Aire en el suelo radiante

El propio agua, el aire y el oxígeno son los causantes de la mayor parte de los problemas de las instalaciones de calefacción; esto es debido a varios motivos: por una parte, la presencia de aire dificulta enormemente la circulación del agua en la instalación, lo que puede producir efectos como cavitación en las bombas circuladoras (y por tanto, su deterioro). El aire puede impedir que el agua circule por los radiadores o zonas de suelo radiante, y esos radiadores, o esas zonas, automáticamente dejarán de calentar correctamente.

Este es el motivo por el que todos los radiadores tienen un purgador para sacar el aire. Todos hemos comprobado como un radiador empieza a calentar inmediatamente después de sacar el aire que había en su interior, y esto mismo ocurre exactamente igual en el suelo radiante. La única diferencia es que sacar el aire de un radiador es muy sencillo, mientras que purgar el suelo radiante es un poco mas laborioso. Si te interesa, puedes leer mas sobre cómo purgar el suelo radiante en esta entrada.

Por otra parte, la presencia de oxígeno provoca la oxidación de las partes metálicas de la instalación. Este fenómeno se produce tanto mas cuanto mas oxígeno hay. Es decir, que aquellas instalaciones que tienen fugas de agua y que hay que rellenar periódicamente están expuestas a la aparición de problemas mucho mas rápido por la mayor entrada de oxígeno en las tuberías. Obviamente, las instalaciones que tienen tuberías sin barrera contra la difusión del oxígeno también son mas proclives a sufrir mas problemas. Estas son, sobre todo, las tuberías de polipropileno (PPR) o de polietileno reticulado sin barrera anti-oxígeno.

Instalación con tuberías de PPR, sin barrera anti oxígeno

 

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