La leña puede ser un combustible muy adecuado en ciertas instalaciones, pues tiene un precio más económico que otros combustibles, y en muchos cosas incluso se tiene de forma gratuita. En estos casos, es posible que el uso de la leña sea el más adecuado para sus necesidades de calefacción y agua caliente.
Las calderas de gasificación de leña son muy apropiadas para la sustitución de calderas de gasóleo o gas, pues son capaces de cubrir todas las necesidades de calefacción y agua caliente de la vivienda, destacando por su consumo económico: están diseñadas para utilizar troncos de madera como combustible, que por el momento es la energía más económica para calefacción, y gracias a sus características permiten una gran autonomía y confort
Existe una amplia gama de calderas de gasificación de leña, que también se conocen como calderas de llama invertida. Estas calderas son una evolución de las calderas tradicionales de leña que tienen importantes ventajas frente a las calderas tradicionales: han aumentado muchísimo el confort del usuario, pues están diseñadas para disponer de calefacción durante todo un día realizando tan solo 3 o como mucho 4 cargas de leña, siempre que contemos con leña seca y de buena calidad. Su automatización y gestión del combustible las hacen muchos más cómodas que las viejas calderas policombustibles, a las que siempre había que estar pendiente de atizar. Además, la limpieza es mucho más espaciada y cómoda, pues la ceniza se recoge en un cajón.
Además, se pueden combinar perfectamente con otras energías complementarias como la energía solar (pudiendo disponer de energía casi gratuita, usando leña para la calefacción en invierno y la energía solar en verano para el agua caliente).
En otros casos, se puede optar por conservar la vieja caldera de gasóleo o gas para asegurar un relevo automático (por ejemplo en caso de no contar con madera en un momento puntual) o evitar el encendido de la caldera de leña para un algún uso inmediato, empleándose la caldera de leña de manera habitual por su comodidad y gran ahorro de combustible.
¿Qué es la gasificación de leña?
La gasificación es un proceso termoquímico que se produce cuando la madera es sometida a la acción del calor en defecto de aire, produciéndose una serie de reacciones que tienen como resultado un gas combustible. Posteriormente se fuerza la inversión de la llama y el gas de la madera entra en la cámara de combustión como un chorro concentrado de llama. Este sistema permite:
- Consumo mucho más bajo de madera
- Periodos de carga mucho más dilatados
- Combustión limpia y completa
- Mayor transferencia de calor
Las calderas de gasificación de leña más habituales constan de las siguientes partes (además de algunas sondas y elementos internos):
- 1- Panel de mandos
- 2- Cámara de carga
- 3- Motor de la válvula de regulación
- 4- Ventilador
- 5- Válvula de regulación de combustión
- 6- Quemador
- 7- Cámara de combustión
Si crees que la leña es el combustible que más te conviene para tu instalación no dudes en ponerte en contacto con nosotros. O si tienes alguna duda y quieres saber más sobre estas calderas: estamos encantados de ayudarte.
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